UN TRAMO PARA EL RECUERDO
Puestos a elegir un tramo del Norte de Extremadura, el único al que no he faltado en todas las ediciones que he podido mientras existió, fue el tramo de Rabanillo, que unía el Cabrero y Barrado y su última paella donde tanto de madrugada como de día disfrutamos de la conducción espectacular de todos los que se atrevían a llegar hasta aquella frenada cuesta abajo a tope con los discos al rojo, apoyando el pie izquierdo e invitando a la zaga a deslizar a base de freno de mano. En esta secuencia Sergio Casero superó el límite con su precioso 205 GTI.
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